12 ene 2022
Comprendiendo la responsabilidad penal empresarial
Durante décadas, el derecho penal se centró principalmente en las personas físicas. Sin embargo, en los últimos años Argentina ha incorporado marcos normativos que reconocen la responsabilidad penal de las personas jurídicas, especialmente en casos de corrupción y delitos económicos. Este cambio implica un nuevo paradigma en el que las empresas ya no son solo sujetos pasivos de regulación, sino potenciales responsables frente a la justicia.
Beneficios de este marco legal
La incorporación de la responsabilidad penal empresarial promueve una cultura de transparencia y ética corporativa. Al exigir que las organizaciones asuman un rol activo en la prevención de delitos, se fomenta la implementación de programas de integridad, auditorías internas y canales de denuncia. Estos mecanismos no solo protegen a la empresa frente a sanciones, sino que también generan confianza entre clientes, proveedores y la sociedad en general.
Desafíos para las organizaciones
Este nuevo paradigma plantea múltiples retos. Las empresas deben comprender la complejidad de las normativas, adaptar sus estructuras internas y capacitar a su personal. Además, no basta con tener manuales o políticas escritas: la justicia exige demostrar que las medidas de cumplimiento se aplican efectivamente en la práctica. El costo inicial y el esfuerzo organizacional pueden parecer elevados, pero los riesgos de no adaptarse son mucho mayores.
Caminos hacia la prevención eficaz
La clave para una prevención efectiva radica en la creación de programas de compliance sólidos, en la designación de responsables internos y en la construcción de una cultura empresarial basada en valores éticos. Un adecuado control interno no solo mitiga riesgos legales, sino que también se traduce en ventajas competitivas en mercados cada vez más exigentes.
Una visión hacia el futuro
En conclusión, la responsabilidad penal de las empresas llegó para quedarse y redefine la forma en que las organizaciones interactúan con el sistema judicial. En DFGL creemos que las compañías que logren adelantarse a este cambio no solo minimizarán riesgos, sino que también consolidarán su posición como actores confiables y responsables. Nuestro compromiso es acompañarlas en este proceso con asesoramiento integral y estrategias legales adaptadas a cada sector.